Bolsas en papel o en plástico
Las Bolsas pueden ser en papel o plástico y en los últimos años han aparecido los tejidos no tejidos o TST y otros materiales como la rafia y el algodón que ya se utilizaban sobre todo para sacos de industria.
Las Bolsas en Papel son seguramente las que han experimentado una mayor demanda y que llevan camino de desbancar a otros materiales como el plástico.
Historia de las Bolsas de Papel
En un primer lugar las Bolsas de papel se han utilizado antes que apareciera el plástico y las primeras máquinas que fabricaban bolsas de un modo automático son de papel.
La invención de la primera máquina se produce en EEUU pero será en Europa donde se perfeccionará.
Serán bolsas muy sencillas sin fuelles en los laterales y sin asas. Hasta la fecha se producían de modo manual y eran muy costosas tanto en su elaboración como en el tiempo de producción empleado.
Con la llegada de las máquinas el precio de la bolsa bajo considerablemente y hizo que su uso se popularizara y estuviera al alcance de cualquier negocio.
Las primeras Bolsas en Papel que tenemos constancia eran muy rudimentarias y se empleaban papeles muy sencillos y de baja calidad. No eran papeles de pulpa o vírgenes en la mayoría de los casos sino que ese utilizaban papeles de estraza o papeles reciclados provenientes de todo tipo de desecho.
Las máquinas para efectuar producciones largas y rápidas exigían papeles de más calidad y fibra que no se rasgaran con facilidad permitiendo a su vez que la máquina no parara frecuentemente a subsanar las roturas del papel, al estar este en tensión, para la confección de la bolsa.
Esto produjo un nuevo fenómeno y era el de crear un papel resistente y que evitara que la máquina estuviera parada por largos periodos del día subsanando problemas.
La industria papelera reaccionó con celeridad y se puso manos a la obra a encontrar que tipos de papeles podían ser más eficientes y hacer que las máquinas optimizaran su tiempo y por otro lado tenían que buscar papeles más económicos y ligeros, capaces de hacer en monos kilos más Bolsas y conseguir popularizar la bolsa.
Era una ecuación que se logró trabajando todos en pro de crear un nuevo producto en el mercado.
A medida que las Bolsas en Papel se hacían más populares aparecían nuevas necesidades como el hecho de imprimir algún nombre o marca comercial en la bolsa.
Primero se utilizo la primitiva industria gráfica, las imprentas tipográficas realizaban impresiones continuas de algún modo para intentar que la marca se viera en la bolsa de algún modo.
El uso de tampones y sellos por los comerciantes para publicitar su marca o dar garantía de que el producto envasado era suyo también fue una práctica cotidiana.
Sería a finales del XIX cuando aparece la flexografía en Alsacia, Francia, primero de un modo muy básico pero como solución para la impresión rudimentaria de textos en el sector del envasado para alimentación. Y es que hoy lo vemos como algo dado y sencillo pero supuso un reto, el poder poseer información detallada en un envase y de ese modo facilitar su utilización, consumo y venta.
Un referente en España es la familia Morella desde su fábrica de papel de estraza y estracilla fueron evolucionando a la confección de bolsas.
“Eran los mismos clientes que nos compraban el papel en balas de 50 y 80 kilos y en diferentes formatos, los que nos empezaron a solicitar una Bolsa de Papel para evitar formar ellos una manualmente” cita de Antonio Morellá fundador de la saga.
“De ahí se empezó a investigar en un primer momento en cómo fabricar una bolsa de papel y luego como imprimirla”
Actualmente y tras otras 2 generaciones, la familia Morella sigue desde https://www.bolsapubli.net
Bolsapubli SL desarrollando diferentes tipos de bolsa que dan respuesta a las necesidades actuales del mercado.